Prepárate para disfrutarlo al máximo, pues nos alegra decirte que ya está disponible Dead Cells: Return to Castlevania
La última aventura de Dead Cells de Motion Twin y Evil Empire por fin ha llegado: explora el mundo que inspiró el exitoso roguelike indie en una colaboración que hoy revoluciona el mundo con Dead Cells: Return to Castlevania.
El ambicioso DLC, que añade numerosas armas nuevas, enemigos y tres jefes mortales -todo en un mashup de Castlevania bombástico y sin precedentes- está disponible hoy por 9,99 € en PC, PlayStation 4, Xbox One, Xbox Series X|S y Nintendo Switch.
El increíble tráiler de lanzamiento de hoy no se anda con rodeos: muestra con orgullo la variedad y la atención al detalle que los desarrolladores de Evil Empire han puesto en los impresionantes entornos góticos del Castillo de Drácula.
Cada pasillo, puente y balcón de Castlevania se ha recreado minuciosamente con el magnífico estilo artístico característico de Dead Cells. Ponte en la piel de 20 (…sí, ¡20!) personajes emblemáticos en Return to Castlevania, incluidas las leyendas de Castlevania Richter Belmont y Alucard, y empuña 14 armas totalmente nuevas para enfrentarte a Drácula, Medusa y la mismísima Muerte.
Return to Castlevania es una enorme carta de amor a la franquicia que inspiró Dead Cells, y alberga la lucha contra jefes más alocada hasta la fecha: echa un vistazo a lo que te espera cuando por fin te enfrentes a la Forma Bestia de Drácula en un combate contra jefes sin cuartel, a lo bestia. Mucha suerte.
Pero no te preocupes: ese botín te ayudará a desbloquear nuevas habilidades para enfrentarte a los nuevos desafíos que te esperan. Y, por supuesto, ningún DLC de Dead Cells estaría completo sin la adición de una nueva mascota.
El tráiler de hoy también presenta a la gata de Maria Renard, que se puede encontrar… en algún lugar… del castillo lista para destrozar a tus enemigos con sus sorprendentemente poderosas garras. Con este poder al alcance de tu mano (o colgado de tu hombro), los esbirros de Drácula estarán muertos antes de que puedas decir «carne de pared». Y sí, puedes acariciar al gato